La liposucción es un procedimiento quirúrgico el cual se encarga de la eliminación de cúmulos localizados de grasa los cuales no pueden ser eliminados mediante una dieta y ejercicio. Esta técnica no esta indicada como un tratamiento para o contra la obesidad ni tampoco como práctica única si, además de la existencia de cúmulos de grasa, la piel que los cubre es excesivamente fláccida. El estado y calidad de la piel determinará tanto el volumen de grasa que extraigamos como el resultado de la misma liposucción.
La llamada también Lipectomía Asistida por Succión es eficaz para eliminar la acumulación de grasa sobre todo en mujeres en zonas como las cartucheras o el abdomen.
Antes de cualquier operación las clínicas de cirugía estética realizan el marcaje preoperatorio sobre la piel de la o el paciente, este marcaje nos ayudará como guía y referencia sobre las zonas que vamos a tratar. Para garantizar el éxito de una intervención quirúrgica como esta es esencial realizar el marcaje sobre la piel, podría considerarse como un mapa geodésico que nos orienta sobre el paciente una vez que este esta tumbado.
El procedimiento y protocolo a seguir en una lipoescultura es como el que seguiríamos en cualquier otra operación de estética. Una vez que el paciente se encuentra en quirófano el anestesiólogo procederá a colocarle la vía pertinente así como la anestesia más adecuada (local con sedación, epidural o anestesia general).
Mediante la realización de pequeñas incisiones de 3-4 milímetros, introducimos al paciente una solución de suero salino combinado con distintos medicamentos lo cual nos permitirá extraer la grasa deseada sin que el paciente experimente ningún dolor ni se presente una pérdida de sangre significativa. Una vez introducida dicha solución, comenzaremos a aspirar la grasa localizada utilizando finas cánulas de un diámetro de 4 milímetros. Estas cánulas están conectadas a una bomba de succión que aspirará eficazmente la grasa extraente. Siempre se ha de controlar la grasa extraída de cada zona para tener un control y que haya la mayor proporción y simetría posible.
Una vez que ha finalizado la operación de liposucción se le realiza al paciente un pequeño punto que se le retirará a la semana. Antes de que el paciente salga del quirófano le colocaremos una faja de presoterapia para que la piel vaya adaptándose al nuevo contorno que hemos modelado. Esta faja deberá llevarla durante aproximadamente cuatro semanas.
Tras las primeras horas el paciente comenzará a notar la salida de un liquido semitransparente llamado serohemático, este liquido saldrá de las pequeñas incisiones que se han realizado para realizar la extracción de grasa. No es alarmante ya que la salida de este liquido ayuda a que exista menos inflamación en el postoperatorio. Tras haber estado 24 horas en observación se le dará el alta al paciente y se le darán tanto la medicación analgésica para las molestias como las pautas que deberá seguir para una óptima recuperación, como por ejemplo si su estado se lo permite realizar actividad física como dar paseos largos como pueda además de mantener el reposo oportuno.
Diversos estudios han demostrado que tras una operación de estética mediante la técnica de la lipoescultura, la recuperación es más rápida y se reduce notablemente la inflamación cuando existe actividad física prematura.
En una liposucción es vital realizar masajes de drenaje linfático para facilitar una pronta recuperación y garantizar así el éxito de la operación y los mejores resultados.