Es la séptima persona con más seguidores en Twitter, una celebridad y un icono de la comunidad gay. Por eso, no extraña que, ante la falta de diversidad en Hollywood, Ellen DeGeneres alce la voz, aunque sea -según cuenta – hablando “balleno”, como su personaje en “Finding Dory”.
“Por supuesto que no hay suficiente diversidad en el cine”, dijo la actriz y presentadora en una entrevista por el estreno este viernes de “Finding Dory”, continuación de “Finding Nemo”, que recaudó 936 millones de dólares en 2003.
“El cambio pasa primero por escribir los personajes. Luego los estudios deben aprobar esos guiones. El mundo está lleno de gente diferente. No todos son delgados, guapos y blancos. Quienes no hacen ese tipo de películas son miopes. Muchísima gente iría a ver películas que representen mejor al mundo”, valoró DeGeneres, de 58 años.
Ni siquiera Disney y Pixar se han librado de las críticas al respecto. Una columna de Variety, “la Biblia de Hollywood”, lamentó recientemente que “Finding Dory” dejara pasar la oportunidad de presentar a su primera pareja gay, una vez que el tráiler de la cinta especulara con esa posibilidad presentando a dos mujeres que pasean a un bebé.
“No sé si es una pareja gay o simplemente una mujer con un corte de pelo terrible. Existe un consenso general acerca de que toda mujer con pelo corto es gay. Eso es irrespetuoso.
En mi opinión, si lo fueran, sería fantástico”, indicó la comediante.
“Todos deberíamos estar representados en el cine y la televisión. Con la gente de color vienen haciendo un buen trabajo últimamente. Pero todos en este mundo deberíamos estar justamente representados”, manifestó.
DeGeneres está en la cresta de la ola. Tras una brillante trayectoria, su programa actual, “The Ellen DeGeneres Show”, arrasa en su franja horaria. Ha presentado los Óscar, los Emmys y los Grammy. Y ahora retoma un personaje, Dory, con el que comparte su filosofía de vida: “Sigue nadando”.
“Tal vez todos deberíamos pensar más como ella. No le demos tantas vueltas a las cosas. Usemos nuestra intuición y nuestro corazón. Siempre hay otras salidas. Siempre hay otras opciones en vez de rendirse”, declaró.
En esta ocasión, Disney y el director Andrew Stanton echan la vista atrás para desvelar el pasado de Dory, el célebre pez cirujano azul con problemas de memoria que enamoró al público en “Finding Nemo”.
Han pasado 13 años desde entonces, aunque DeGeneres confía en que haya sido el margen necesario para regresar con una película a la altura de su predecesora.
“Si finalmente la han hecho es porque yo lo he pedido constantemente en mi programa.
Soy responsable de cada centavo que haga esta película. ¡De todo!”, valoró la actriz, de ojos tan azules como el cristalino océano donde se desarrolla la historia.
Así, el espectador conocerá las respuestas a interrogantes como: ¿quiénes son sus padres? ¿Cómo aprendió a hablar “balleno”? Pero, sobre todo, recibirá un mensaje universal de aceptación durante una aventura que no es otra que la búsqueda de la identidad propia.
“Todo el mundo llora viendo esta película”, concedió DeGeneres.
“A los niños les va a encantar porque es un viaje muy divertido, y a los adultos les enganchará lo inteligente que es. Sacará a relucir sus emociones. Para mí, añade como seis capas de profundidad respecto a la primera parte”, indicó la artista, que disfrutó especialmente con una reflexión de la historia.
“¿Qué es el hogar para ti? ¿Tus padres? ¿Tu mujer? ¿Tus amigos? A veces, el hogar está en uno mismo. No tienes que ir a ninguna parte si te sientes feliz contigo mismo”, sostuvo la actriz, orgullosa de que la cinta no evite aspectos que los adultos puedan relacionar con el abandono y con enfermedades como el alzhéimer.
“Durante su aventura, Dory descubre que, lo que ella asumía como sus lastres, son en realidad sus puntos fuertes. Sí, pierde la memoria rápidamente, pero vive el momento y disfruta de lo que tiene alrededor. No se escuda en la ira, ni en el resentimiento ni en los prejuicios”, apuntó.
Son ideas que DeGeneres comparte, independientemente de los problemas o baches que surjan en el camino.
Ella misma sintió que su vida se derrumbaba hace 13 años, justo cuando se puso en las escamas de Dory por primera vez. Había salido del armario poco antes, al igual que su personaje en la serie homónima “Ellen”. Poco después, la serie se canceló y su relación con Anne Heche se fue al traste.
Pero DeGeneres siguió nadando. Se refugió en el humor, en clubes de la comedia, y le llegó una nueva oportunidad, “The Ellen DeGeneres Show”, que supo convertir en un hito televisivo. Además, se casó con la actriz Portia Di Rossi en 2008.
“Si hay algo que sé que jamás olvidaré, es que mi mujer me ama. Que todo es como debería ser y que el bien siempre prevalece sobre el mal”, señaló.
¿Y algo que querría poder olvidar?
“Nada. Algunas cosas malas que me han ocurrido me han formado y me han hecho mejor persona. Tengo más compasión, coraje y fuerza por ellas. Por eso debo recordarlo”, finalizó.