Hoy Colombia entera lleva grabado el nombre y rostro de Yuliana Andrea Samboni, la niña de 7 años de edad que fue raptada del patio de su casa cuando jugaba. Sus vecinos quienes la observaban disfrutar de sus inocentes juegos pudieron ver cuando una camioneta se acercaba a ella, la tomaba del brazo y la subía a la fuerza dejando solo la memoria del crudo instante en el que Yuliana fue vista con vida por última vez.
Según información publicada por medios de comunicación, Rafael Uribe, el presunto responsable de lo sucedido, no habría visitado la zona por primera vez, sino que por el contrario había ido los 2 días anteriores ofreciéndole dinero a Yuliana y la amiguita que se encontraba con ella para que se subieran al carro.
Según reveló Blu Radio, en una primera oportunidad, Uribe habría ofrecido dinero que las niñas rechazaron. En una segunda visita Yuliana habría aceptado dicho dinero por subirse al carro en el que Uribe la habría tocado y sobre lo que Yuliana habría guardado silencio, quizá por temor a ser juzgada, y al día siguiente sucedió lo que hoy todos repudiamos, el hombre quien por tercera vez visitó el lugar, la habría tomado del brazo forzándola a entrar al carro en el que la secuestró para cometer el tan detestado y juzgado delito cometido.
El temor que la sociedad machista ha creado en las mujeres, ha generado en muchas ocasiones que el silencio se apodere de las víctimas, que se cree un sentimiento de culpabilidad cuando no existe.
El lamentable hecho que hoy pone al país en una posición de fortalecer su justicia, buscar que hechos como este no sean vistos como un delito común, pone al Congreso de la República de Colombia a evaluar las posibilidades de contemplar la cadena perpetua o incluso la castración química para los victimarios de actos como el que en esta historia señalamos.
Mientras la justicia del país se hace cargo de establecer una pena para el responsable de este caso, el padre de Yuliana se pregunta “Por qué fue tan desalmado de hacerle eso a mi hija”, entre lágrimas, con velas encendidas y en medio de un profundo dolor Juvencio Samboní, padre de la menor, en compañía de cientos de personas protestan para que se haga justicia.
En este momento la madre de Yuliana se encuentra bajo supervisión médica por delicado estado de salud.