Era guapo, cordial e inteligente. Era mi ex marido. La pesadilla de sobrevivir a un hombre narcisista deja secuelas difíciles de superar. Recuerdo los días en los que me sentía atrapado en el tiempo, esperando amor, afecto, una llamada, un mensaje, su presencia. Si has estado en una relación con un narcisista, sabes de lo que hablo.
Con los narcisistas, el juego de retener es intencionado. Retienen lo que necesitas para alimentar su poder. Controlan la situación y se deleitan en tu ansiedad y dolor. Retienen hasta que estás prácticamente suplicando que tus necesidades sean satisfechas, y disfrutan del poder que sienten al verte en esa posición.
Recuerdo claramente cómo los momentos de retención de mi exmarido me dejaban sintiéndome desconectado, no importante, ignorado, y sin poder. Pero al principio, no lo reconocía como abuso emocional. Creía que no era merecedor de tener mis necesidades y deseos satisfechos. Me entregaba al control, perdiendo mi propio poder.
Las señales de un retenedor son claras: negación de información en el trabajo para hacerte sentir incompetente, negativa a compartir detalles importantes en amistades o familia, ofrecer solo migajas de amor o atención en la pareja, llegar tarde o irse temprano de manera intencionada, o recurrir al tratamiento silencioso como castigo.
Cada acto de retención envía el mensaje: “No mereces ser tratado bien. Yo decido cuándo y cuánto.” Pero aprender a reconocer este patrón es crucial. Se trata de recuperar el poder personal y darse cuenta de que mereces más. Mereces amor dado libremente, no en pequeñas dosis para mantener la dependencia.
Si te encuentras en una situación similar, es importante tomar distancia y ganar claridad. El retenedor usa este comportamiento como arma para mantener el control, y te encontrarás constantemente persiguiendo su aprobación, tratando de demostrar que eres lo suficientemente bueno. Pero este juego no tiene ganadores. No podrás satisfacer tus necesidades de manera saludable con un retenedor.
Es crucial hacer un autoexamen: ¿Qué tan generoso es esta persona conmigo? ¿Está invirtiendo en mi bienestar? ¿Están manteniendo el equilibrio de poder en su favor? ¿Mis necesidades están siendo satisfechas?
Si te encuentras en esta situación, recuerda que no hay nada mal contigo. Mereces amor verdadero, abundante y constante. Rompe el ciclo y busca apoyo. No será fácil, pero mereces una vida llena de amor y respeto.